Clota y Stella son madre e hija. Viven solas en un viejo caserón familiar, encorsetadas en una rutina endogámica.
Un día, Stella recibe una noticia: su padre ha muerto y dos departamentos pequeños en una ciudad balnearia le tocan como herencia.
Stella decide iniciar un viaje para conocer ese milagro que se presenta como una nueva y última posibilidad de independizarse, pero Clota percibe eso mismo como una separación quirúrgica y aterradora.