Xiaobin tiene 17 años y cuando llega a la Argentina no habla una palabra de español. Sin embargo, a los pocos días ya tiene un nuevo nombre, Beatriz, y un primer trabajo en un supermercado chino. Su familia vive en el mundo paralelo de su lavadero, alejado de los argentinos. Xiaobin guarda dinero en secreto y se inscribe en una escuela de idiomas. Lo que aprende ahí, lo ensaya en la calle. Después de la clase sobre “arreglar citas”, cita a un cliente indio del supermercado. Con Vijay apenas se pueden comunicar pero, sin embargo, empiezan un noviazgo secreto. Cuando practican el condicional, Xiaobin empieza a pensar sobre su futuro. ¿Qué podría pasar si sus padres se enteran de su relación con él? Cuanto mejor es su español, Xiaobin más interviene en la escritura del guión de la película. Sus compañeros chinos comentan los sucesos desde el aula como un coro. Bajo una apariencia sencilla, El futuro perfecto es una película sobre la complejidad lingüística de la construcción del mundo, y la manera en la que lo vemos, lo interpretamos y nos relacionamos con él.