Tengo el agrado de invitarlos el sábado 1 de Septiembre a un pequeño experimento musical con un piano invisible. Sí, escucharon bien, un piano invisible: voy a hacer sonar un piano sin la presencia de un piano en la sala. En principio espero no defraudarlos, aunque me encuentro con el deber de aclarar que es la primera experiencia con estas características que llevaré a cabo.
El piano fue inventado en torno al año 1700 por Bartolomeo Cristofori. Entre sus antecesores se encuentran instrumentos como la cítara, el monocordio, el clavicordio o el dulcimer. A lo largo de la historia existieron diferentes tipos de pianos, los más comunes son el piano de cola y el piano vertical o de pared. “Piano” en italiano significa suave, y en este caso es apócope del término original pianoforte, que hace referencia a sus matices suave y fuerte, a la capacidad para producir sonidos con diferentes intensidades dependiendo del peso que se le aplica a las teclas.
En este caso no habrá teclas, ni blancas ni negras, ni tampoco habrá piano. De todas maneras, no imaginen un concierto futurista, fluxus o dadá.
Espero que todos ustedes puedan presenciar este experimento sonoro en forma de conferencia - concierto para piano invisible, tal vez no haya muchos, o ¿Será que el destino nos depara un futuro musical despojado de viejos instrumentos?
Pueden imaginar lo que quieran hasta el próximo jueves.
La invisibilidad cada día está más cerca de la ciencia que de la magia.