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Posters Privados

Album

CD/LP
Metamusica / 007-10

Pósters privados es el quinto álbum del compositor y multiinstrumentista Ulises Conti y el único hasta el momento donde podemos escucharlo en solitario, despojado de todo tipo de orquesta o ensamble.
Esta vez nos encontramos solamente con él y su piano. Como si fuera un autorretrato musical, un primer plano de su estilo, una declaración de principios, un film biográfico, un diario personal o simplemente una invitación a lo más íntimo de su mundo privado.
Este registro es el resultado de una sesión de grabación con tomas directas que no han sido editadas, retocadas ni modificadas en ningún momento de la producción (todo lo que los músicos no nos dejan escuchar). No hay cortes, re- tomas, ni trucos de montaje, solo la necesidad de entregar un material verdadero y de la manera más honesta posible. La pulsión de un músico en solitario interpretando su propia música.
Además de diferenciarse por dichas condiciones no muy visitadas en la actualidad de ningún género, esta decisión “old schooll” ha sido condición sine qua non para llevar a cabo este proyecto.
Es cierto, que también podemos percibir cierto anacronismo en sus composiciones, que van, desde sutiles estampas nocturnas a pequeñas piezas en modo de swing, tocadas con frescura y sin un solo rasgo solemne, como si tocara para sí mismo, pasando por paisajes introspectivos y reflexivos, que nos inducen a un estado de contemplación mientras las cadencias se suceden.
Un trabajo que si bien podría cuadrar dentro de los parámetros musicales serios o cultos, termina convirtiéndose en una experiencia de fácil escucha, sumamente accesible.
A “Posters privados” lo conforman una serie de ocho piezas, donde a diferencia de sus otros trabajos, la experimentación no pasa por el carácter de su contenido, sino por como abordar un lenguaje clásico con simpleza. Sin caer en lugares comunes ni en los tics interpretativos de una ejecución pulcra o pomposa. La virtud de hacer música con lo menos posible.
Todo pareciera dar como resultado la imagen del músico tocando en un salón vacío, donde podemos entrar y espiarlo, entreabriendo una pequeña puerta sin que nadie nos escuche.