Si la función del pasado es no soltarnos, Los paseantes le agrega una nueva gama de colores a todos los pasajes ya transitados.
El tercer álbum de este compositor y pianista -grabado en Francia y Argentina entre octubre de 2005 y marzo de 2007- es un mapa estallado por los caminos de todos los días, aun de los que todavía no hemos pisado.
En las ocho piezas confluyen melodías orquestadas, texturas envolventes, y dinámicas expresivas en capas de sonidos que proponen una nueva lectura de la música de cámara.
La intensidad de la experiencia varía con la forma y el tratamiento orquestal elegido para cada uno de los ocho paseos. Así, transitamos zonas de calma a través de sonidos simples, conjugados con cierta complejidad de las armonías y contrapuntos que aportan relieve a sonidos sin nombre. Vías que introducen en el ánimo una doctrina y se resuelven con alquimia en la distancia.